Eero Saarinen diseñó la revolucionaria silla Womb a pedido de Florence Knoll.
"Una silla que fuera como una canasta llena de almohadas... algo en lo que realmente pudiera acurrucarme". Eero Saarinen estaba ansioso por seguir explorando las posibilidades de una silla que lograra comodidad Detalle del brazo del sofá Womb (derecha) y silla y otomana Womb (abajo) a través de la forma de su carcasa, no de la profundidad de su acolchado. El diseño de fibra de vidrio admite múltiples posturas para sentarse, así como una sensación de encierro. Diseñado en 1948, sigue siendo uno de los símbolos más icónicos del diseño moderno de mediados de siglo.
Base de varilla de acero con un acabado de cromo pulido y un marco tapizado en tela sobre una carcasa de fibra de vidrio, la silla está diseñada para facilitar una postura relajada al sentarse, brindando comodidad emocional y una sensación de seguridad; de ahí el nombre “Womb”, ahora uno de los diseños más reconocibles de Knoll.